lunes, 3 de diciembre de 2007

A mi Soledad...

Te digo una cosa, hace poco me sentí muy triste, me sentí más solo que siempre, me sentí como aquel minuto que pasa y muere tras las manecillas de una reloj, en verdad, siento estar muerto en vida.

El latir de un corazón como el mío se vuelve imperceptible, ante tanto bullicio que producen las voces que trato de sacar de mi cabeza, que dicen no deje de luchar, que aún hay tiempo para sonreír, aun existe una chispa de vida en medio de mi muerte, mientras pienso en como encontrar la manera de mantenerme vivo.

A veces trato de entender al dolor y a la tristeza, saber por se alían la verdad y las mentiras, que sólo hacen de mi existir un lugar donde no quiero estar, hoy quisiera encontrar razones para estar vivo, pero no encuentro ni al querer, ni al amor, entre mis líneas solo hay soledad.

Puede dios jugar con nuestros destinos, puede el ponernos trabas en el camino, pero, la vida es así y lo seguirá siendo, mientras todos tropecemos, pues después de ello habrá que levantarse de nuevo.

Sé que todas las respuestas están en mi, así que dejaré mis dudas, dejaré de ser parte de la continua monotonía con la que paso mis días, dejaré de esconder mi ser tras mascaras, que lo único que hacen es oprimir a mi corazón ya maltrecho, lo único que importa es salir del hoyo en el que me encuentro.

Nadie sabe porque dios hace estas cosas, ni quiero saberlo, sólo sé que mi destino esta en mis manos, el calvario de mi vida, esta aquí y ahora, y si tengo que pisar fuerte esta vez de seguro lo intentaré y pues es parte de mi intento, de alcanzar y recuperar mis sueños, que siempre han estado allí y que sé desde ahora nunca más me harán falta...

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